jueves, 30 de septiembre de 2010

Cómo enseñar a Estudiar a Nuestros Hijos e Hijas


Elisa Miranda psicóloga educativa y amiga, esta semana colaboró con nocostros dándonos algunos consejos para tener en cuenta a la hora de ayudar a nuestros hijos e hijas a la hora de estudiar, que van desde la organzación del material y lugar de estudios, hasta las estrategias de aprendizaje. Aquí sus recomendaciones:

Tener éxito en la escuela es uno de los objetivos que los padres desean que sus hijos alcancen. Sin duda la inteligencia ayuda, pero no es decisiva. La motivación y las técnicas de estudio pueden hacer la diferencia y permitir que logren buenos resultados en base a esfuerzo y dedicación.
A continuación les brindamos algunas ideas para tener en cuenta antes de ponerse a estudiar; así lograremos ser más eficaces en los estudios:
  • El horario de estudio particular es algo muy personal que cada alumno debe confeccionar y tenerlo siempre a la vista, en el lugar donde estudia. Recuerde que hay tiempo para todo: estudiar, jugar, tomar alimentos, etc.
  • Estudiar siempre a la misma hora permite que el hábito de estudiar se consolide.
  • Preparar un lugar cómodo para estudiar. Que tenga luz y ventilación adecuada, libre de estímulos distractores como música, TV, ruidos, etc.
  • Enseñarle a organizar sus materiales y lugar de estudio.
  • Mantener los libros y materiales en orden y en un solo lugar, para evitar la pérdida de tiempo buscando lo necesario para cada tarea. Las emociones negativas que se derivan del desorden hacen que el alumno/la alumna experimente conductas que interfieren en su desarrollo personal, académico y profesional (ansiedad, falta de motivación).
  • Asistir a clases, estar atento(a) y seguir las instrucciones de la profesora.
  • Evitar faltar por motivos injustificados, ya que perjudican el avance académico.
  • Anotar las tareas, trabajos y exámenes en la agenda, permite una mejor organización en la planificación de trabajos. Evitar la acumulación o sobrecarga de trabajos en fechas claves.
  • Cumplir con todas sus responsabilidades.
  • Una vez que ya se tiene todo organizado para empezar a estudiar (horario, lugar, orden, etc.) es importante que cada alumno(a) elija la estrategia de estudio que mejor se acomode a sus características y al curso a estudiar.

ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE
La forma cómo se estudia cada curso, depende de la naturaleza de su contenido. Hay una serie de secuencias que se pueden seguir para ir incorporando de manera efectiva la información que nos brindan, pero hay que tener en cuenta que se debe llegar hasta la última fase que es la comprobación, que es donde se determinará qué parte se debe continuar repasando.

Pre-lectura: Consiste en una lectura rápida del material a estudiar.
Lectura Comprensiva: Volver a leer tratando de comprender las ideas principales de cada párrafo. Para ello podemos emplear el subrayado o las notas al margen.
Resumen: Escribir con sus propias palabras lo que se entiende de cada párrafo. Un recurso útil es confeccionar fichas.
Esquemas: Permite visualizar toda la información de un modo ágil. Empleando gráficos y dibujos que permitan asociar con facilidad el contenido con la presentación visual.
Repaso: Revisar el material de estudio, enfocándose en aspectos principales del texto. Diariamente repasar lo realizado en clase para ir fijando gradualmente los contenidos.
Comprobación: Realizar y responder a preguntas orales y/o escritas simulando un examen para comprobar si está reteniendo la información.

IMPORTANCIA DE LA MEMORIA
Con frecuencia escuchamos frases como “me olvidé el cuaderno” “no recuerdo qué tenía que hacer” “pensé que lo había guardado en mi mochila” Son algunas frases que revelan distracción, es decir, que no se puso todos los sentidos en las actividades y en la organización del trabajo.

Algunos consejos para mejorar la memoria:

  • Confeccionar una lista con todas las actividades a realizar y empezar por las más urgentes o difíciles.
  • Escribir notitas para sí mismo y colocarlas en un lugar visible.
  • Usar la agenda, para anotar todas las tareas, exámenes, etc en el momento en el que lo indican.
  • Colgar un calendario en la pared y marcar las fechas importantes de presentación de trabajos, exámenes u otros sucesos. Ir tachando los días para no perderse.
  • Cambiar de mano el reloj u otro objeto, para recordar que debe hacer algo ese día.
  • Pedir a un familiar o compañero que lo ayude a recordar las fechas o sucesos más importantes.
  • Es importante destacar la necesidad de hacer un planeamiento semanal y crear un hábito, que favorezca la organización, pero también es importante la voluntad y el esfuerzo para lograr cambios y menos estrés.
Lic. Elisa Miranda Cuba
Psicóloga Educativa
Especialista en Problemas de Aprendizaje
y Nivelación Escolar

elisamiranda24@hotmail.com

Si quieren comunicarse con Elisa, pueden hacerlo a través del blog o escribirle a su email, ella atiende en Miraflores, Lima, Perú.

"Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber" (Albert Einstein)

viernes, 24 de septiembre de 2010

Competencias, Exigencias y Sobre-Exigencias Escolares. ¿Quién tiene el problema?

Esta semana, a través de las conversaciones que tengo con padres y madres de familia en diversos centros educativos (sobre todo de educación inicial), me enteré de algunas competencias que se les exigen a los niños, competencias que muchas veces no van de acuerdo al desarrollo neurológico, cognitivo y socio emocional normal, sin embargo, al parecer, las escuelas de hoy exigen que los niños rindan más allá de su verdadera capacidad, y me pregunto ¿en base a qué y para qué se elaboran esos estándares??? ¿Cuál es el objetivo?

Les doy algunos ejemplos de las preguntas que me hacen:
  1. “Dra. Usted hace terapia de lenguaje?? Tengo mi hijo de 3 años y medio que no dice la “r” y en el nido me han dicho que lo lleve a terapia.
  2. “Estoy preocupada porque mi hija todavía no sabe sumar y restar y la profesora me ha dicho que tiene que aprender porque van a dar examen de ingreso a colegios, yo le enseño y se confunde y ahora se está empezando a orinar” Pregunto: “cuántos años tiene su niña? Me responde: 5 años…
  3. “Mi hijo necesita terapia porque es un poco distraído, no pasan ni 20 minutos y ya se aburre”, “La mitad del salón está en terapia, es más, en el colegio tienen una lista de psicólogos y los mismos profesores hacen “nivelación”. Edad del niño: 4 años.

Responderé cada pregunta:

  1. Es NORMAL que un niño de 3 años y medio tenga dificultades en la pronunciación de la R, pues es la letra más complicada en pronunciar, seguida de la L y la D. Hasta los 5 años están permitidos los errores en su pronunciación, si después de esta edad no ha adquirido el fonema (letra) recién en ese momento recurriremos a un especialista (terapista de lenguaje/logopeda), sin embargo, podemos estimularlo con algunos ejercicios. Por otro lado, el fonema vibrante RR aparece de manera más tardía incluso puede aparecer alrededor de los 6 años.
  2. Para poder sumar y restar es necesario tener REVESIBILIDAD DEL PENSAMIENTO, término acuñado por Jean Piaget, psicólogo suizo, principal exponente del desarrollo de la inteligencia. El dice que entre los 2 a 7 años los niños tienen un pensamiento pre lógico, lo que significa que no son capaces de realizar operaciones mentales reversibles. Es decir, su pensamiento es en cadena ABC, quiere decir que no puede volver a atrás CBA, por lo tanto durante este tiempo le resultará difícil comprender la lógica de la suma y la resta, no se da cuenta que si 2+2=4, entonces 4-2=2. Entonces cómo así se le exige a una niña de 5 años que realice ejercicios de suma y resta y sobre todo que se le enseñe al mismo tiempo.
  3. El tiempo de atención de los niños se va INCREMENTANDO conforme avanzan en edad. Por ejemplo, durante un juego, un niño entre 2 a 4 años de edad se distrae 3 veces, mientras que un niño entre 5 a 6 años se distrae 1 vez. Por lo tanto, no podemos hablar que un niño de 4 años tiene déficit de atención si se distrae durante 2 o 3 veces durante 20 minutos, ya que es lo normal esperable. A esto se suma que, para captar su atención, es necesario que las actividades deben estar soportadas sobre material concreto y está demás decirlo, deben ser divertidas y novedosas.

Sería bueno respondernos la pregunta inicial ¿QUIÉN TIENE EL PROBLEMA?, el niño que no se adapta a las sobre-exigencias de los maestros o de algunos maestros que no se informan sobre el desarrollo normal del niño. Con estas sobre exigencias lo único que lograremos será estresarlo, aumentar sus niveles de ansiedad y vulnerar su autoestima.

El amor a los niños parte del respeto como individuo. Nuestra labor educativa debe estar encaminada a conocerlos y reconocerlos para poder brindarles un ambiente suficientemente sano donde puedan potenciar sus capacidades cognitivas, sociales y sobretodo las emocionales, respetando su individualidad y ritmo de desarrollo.

"Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad" (Karl Menniger)

"El mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerlos felices" (Oscar Wilde)

Más información:
http://www.pitagoras.com.mx/pitagoras/didactica.html
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/002013.htm
http://www.guiainfantil.com/1205/la-atencion-y-la-concentracion-de-los-ninos.html

miércoles, 15 de septiembre de 2010

viernes, 10 de septiembre de 2010

Ansiedad y Miedo en la Infancia

“Se come las uñas, tiene tics, tartamudea, tiene miedo a quedarse solo, llora cuando me voy, tiene miedo a la oscuridad, no quiere estar con los amigos, etc., son algunas manifestaciones infantiles que causan preocupación en los padres.

Todas las personas alguna vez en nuestras vidas hemos experimentado ansiedad y miedo. En el caso de los niños puede ser hasta cierto punto positivo porque hace que se comporten de manera más segura. Por ejemplo, cuando un niño tiene miedo a cruzar la pista, evitará que cruce de manera imprudente la calle.

Ansiedad y Miedo
La ansiedad es una reacción emocional desagradable que se da ante la percepción de una amenaza y tiene como finalidad la propia protección. Se genera a partir de la valoración que la persona le da al hecho más que al hecho en sí mismo, es decir, lo que significa en su vida. En el caso de los niños, estos miedos pueden ser: miedo a ser abandonado, a perder a la persona amada, a la venganza, al castigo, etc.
Por otro lado, cuando la ansiedad se produce por estímulos específicos, estamos hablado de miedo. Algunos miedos pueden ser: miedo a los extraños, a la oscuridad, a algunos animales, a la alturas, a las interacciones sociales.
Tanto la ansiedad como el miedo son respuestas normales para enfrentar los peligros reales o imaginarios y la mayoría de los niños lo experimentan de manera transitoria pues están asociados al desarrollo. Los miedos más frecuentes son:

Conforme los niños van creciendo, los miedos pueden ir desapareciendo o también pueden ser reemplazados por otros.

Cuando los niños experimentan periodos largos de ansiedad y no se les presta la debida importancia, pueden perjudicar significativamente sus vidas y causar baja autoestima, problemas de atención, deterioro en sus relaciones sociales, ausentismo escolar, dificultad para adaptarse a situaciones nuevas, rituales, obsesiones fobias, trastornos de pánico, etc.

¿Cómo ayudar a un niño con ansiedad?
Nosotros como padres tenemos un rol importante para prevenir futuros trastorno de ansiedad. Podemos ayudarlos reduciendo los factores estresantes y potenciar sus recursos personales, aquí te damos algunos consejos:
  • Hablar con el respecto a lo que le preocupa y cómo se siente, sin obligarlo dándole el tiempo necesario para pueda expresarse.
  • Ser modelos de afrontamiento. Somos los principales referentes de nuestros hijos por ello, en la familia, debe encontrar un espacio donde se permita expresar los sentimientos en vez de ocultarlos, afrontar los problemas en vez de evadirlos.
  • Exponerlo gradualmente a la situación que le causa miedo o ansiedad y felicitarlo por sus avances.
  • Comprender los sentimientos de nuestro hijos. Por ejemplo el nacimiento de un hermano, la entrada al colegio, una mudanza, etc., pueden ser preocupaciones intensas para él, en ese caso no debemos minimizar lo que siente.
  • Hablar con él sobre todo aquello que tiene miedo y preguntarle qué es lo peor que puede pasar. Darle soporte y contención.
  • Potenciar sus recursos personales. Proveerle sentimientos de autoeficacia, es decir que él es capaz de resolver sus problemas, elogiando constantemente sus logros así nos parezcan pequeños, ya la autoeficacia está relacionada con la autoestima.
  • Proveerle amor incondicional. Aceptarlo tal como es, demostrándole que nos interesa lo que le pasa, aceptando sus limitaciones sin pretender que sea perfecto.
  • No sobreprotegerlo, la sobreprotección genera debilidad mientras la confianza y la responsabilidad promueven una autoestima positiva. En este sentido, el niño debe aprender de los errores para ser más asertivo y de paso, ganar autonomía.
  • No ser sobre exigente. Es decir que nuestras metas respecto a ellos estén basadas en la realidad y en sus propias capacidades, más que en nuestros deseos. Hay que animarlos a que hagan las cosas lo mejor que puedan y reforzar sus avances.
  • Evitar hábitos perfeccionistas: estudiar hasta altas horas de la noche o repetir muchas veces un trabajo hasta que esté perfecto no es saludable. Es conveniente establecer un horario y unos objetivos de estudio realistas.

Por último, si nos damos cuenta que la ansiedad de nuestro hijo se prolonga por semanas lo más adecuado sería buscar ayuda terapéutica.

“El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son”

Más: http://www.psicoterapeutas.com/pacientes/desensibilizacion.htm
TERAPIA COGNITIVA con niños y adolescentes. Aportes técnicos. Segunda Edición. E Burge, M. gomar, J. Mandil Editorial AKADIA. Bs.As. Argentina, 2010.

Si tu niño tiene este problema, búscanos.