lunes, 16 de julio de 2012

INFLUENCIA DE LOS PADRES Y MAESTROS EN LOS NIÑOS Y NIÑAS



Estuve leyendo un libro muy interesante de Rudolf Dreikurs "Discipline without Tears" la primera edición fue escrita en 1972 y ha sido reimpresa a lo largo de varios años hasta la actualidad.  La visión de Dreikurs sobre la educación de los niños y niñas estuvo fuertemente influenciada por los estudios de A. Adler; ambos  sostenian que la "sociedad moderna" debe dejar atrás la "educación tradicional" (autoritaria) donde la relación se basa en dominación y sumisión y optar por una educación democrática donde el niño sea respetado en todas sus dimensiones, aboliendo todo tipo de castigo, ya que el castigo no educa, por el contrario, enseña al niño a sentirse peor en vez de darle la oportunidad de mejorar cada día.

Actualmente seguimos con el mismo paradigma, pues aún no nos damos cuenta que los niños deben ser tratados con dignidad y respeto mutuo. Seguimos castigando tanto en hogares como en las escuelas: golpes, gritos, quitando cosas, caritas tristes, detenciones, notas en la agenda, etc. Y me pregunto por qué. ¿Será que realmente creemos que el castigo es la única forma de motivar a los niños? Será que no creemos que los niños se portan mejor cuando se sienten amados, respetados y por lo tanto bien tratados?  Nuestros niños tendrán un mejor comportamiento en la medida que nosotros tengamos un mejor comportamiento con ellos.


Padres y maestros debemos construir una nueva tradición de educación, basados en el respeto mutuo y la tolerancia, para poder coexistir en una sociedad democrática donde la paz y el respeto a nuestros semejantes impere.

Cuando estemos plenamente conscientes de la influencia que tenemos en cada uno de nuestros niñ@s, empezaremos a prestar más atención a nuestras propias actitudes y comportamiento y a lo que nuestros niños están aprendiendo de nosotros de acuerdo a lo que viven día a día:

“Si vive con crítica, aprende condenar.
Si vive con hostilidad, aprende pelear.
Si vive ridiculizado, aprende a ser tímido.
Si vive con miedo, aprende a ser aprensivos.
Si vive con vergüenza, aprende a sentirse culpable.
Si vive con tolerancia, aprende a ser paciente.
Si vive con motivación, aprende a tener confianza.
Si vive con aceptación, aprende a amar.
Si vive con aprobación, aprende a quererse a si mismo.
Si vive con reconocimiento, aprende que es bueno tener una meta.
Si vive con honestidad, aprende qué es la verdad.
Si vive con equidad, aprende justicia.
Si vive con seguridad, aprende a tener fe en sí mismo y en las personas que lo rodean.
Si vive con cordialidad y respeto mutuo, aprende que el mundo en un lugar agradable para vivir, para amar y ser amado.”
Gina Graham
Psicóloga-Certified Positive Discipline Parenting & Classroom Educator
Adaptado del libro "Discipline without Tears" Rudolf Dreikurs. MD.