martes, 14 de julio de 2009

La Muerte y los Niños

El día de hoy estuve conversando sobre este tema que es tan dificil de explicar a los niños porque tal vez nosotros como adultos ni siquiera lo terminamos de entender.
La muerte es una experiencia totalmente desconocida para los niños y como tal puede ser experimentada con incertidumbre y miedo, puesto comprenden bien qué está pasando y que viene después.
Sin embargo es importante saber acompañarlo en el duelo, sobre todo si se trata de un familiar sumamente cercano y significativo en su vida. Acompañarlo no significa ocultarle los acontecimientos so pretexto de que no sufra, porque ellos se darán cuenta de lo que pasa a través de nuestro comportamiento y lenguaje no verbal: por ejm. cambios en casa, nuestra tristeza y sobre todo se darán cuenta de la ausencia de esta persona y terminaremos confundiéndolos más.
Debemos contarles qué está pasando aunque es importante estar serenos para trasmitirles esa calma. Al hacerlo, debemos buscar el momento y lugar adecuado; utilizaremos un lenguaje sencillo, explicaciones apropiadas y sinceras para su edad y nivel de comprensión.



¿Cómo explicar la muerte?

  • Podemos decirle “Ha ocurrido algo que es muy triste, tu abuelita ha muerto y ya no estará más con nosotros porque ha dejado de vivir…”
  • Sería bueno también explicarle en breves y sencillas palabras la causa de la muerte “tu abuelita estuvo muy muy enferma, esa enfermedad le causó la muerte….” Esto es importante para que el niño sienta que las personas se mueren cuando están muy enfermas, salvo alguna muerte accidental, en este caso tenemos que decirles y recalcarles que la persona quedó muy muy mal herida.
  • Si la muerte fue por suicidio, de nada sirve ocultarlo porque tarde o temprano, se acaban enterando por alguien ajeno a la familia. Es mejor pues explicar al niño qué es el suicidio y responder a sus preguntas.

A diferencia de los adultos, los niños no experimentan un duelo intenso y continuo de reacciones emocionales y conductuales ante la pena. Los niños pueden mostrar su pena de manera ocasional y breve, pero en realidad el proceso dura mucho más tiempo que en los adultos. No se sorprenda si aún cuando les halla explicado sobre la muerte, ellos se comporten como si nunca les hubiera dicho nada y es que para que ellos interioricen el significado de esa pérdida tardara un tiempo. No se sorprenda tampoco si vemos jugar y escenificar la muerte en sus juegos, dibujos o conversaciones y es que ellos necesitan “re-escenificarla” para poder procesarla.
Pero lo que más ayuda a un niño frente a la muerte de un ser querido es volver a encontrar el ritmo cotidiano de sus actividades: en el nido o colegio, sus amigos, sus juegos familiares, las personas que quiere. También es importante garantizarle el máximo de estabilidad posible. En ese sentido, no es un buen momento, por ejemplo, para cambiarlo de colegio o para imponerle nuevas exigencias.

Puedes visitar está página: http://nci.nih.gov/espanol/pdq/cuidados-medicos-apoyo/duelo/Patient/page9

lunes, 13 de julio de 2009

¿Por qué mienten los niños?



Los niños siempre dicen la verdad, es una frase muy conocida, pero ¿cuán cierto es esto? Lo cierto es que es un tema que constantemente me preguntan padres y madres.


Los niños poseen todo un mundo mágico lleno de fantasías donde ésta se mezcla con la realidad, a tal punto que es difícil distinguir una de la otra. Por ejemplo, cuando son pequeñitos inventan historias fantásticas o a un “amigo imaginario” con el cual conversan y juegan, o también escuchamos que conversa con sus muñecos y le atribuye cualidades que aparentemente no posee. Eso es totalmente normal.

Pero si ante esto, un adulto lo juzga como "mentirosos", es un grave error al desconocer los periodos por los que pasa el pensamiento del niño hasta llegar a ser objetivo y real.

Por otro lado, cuando un niño miente, es porque tiene un propósito bien definido y posiblemente quiera llamar la atención, ser valorado y apreciado por sus padres y al no conseguirlo inventan cosas con las cuales desean lograr que se les preste la dedicación que anhelan.

Por ello, es importante preguntarnos por qué está mintiendo nuestro hijo o hija, porque es posible que esto se origine en las exigencias excesivas, rigidez de los padres o porque simplemente “aprendió a mentir”. Mentir sin ninguna razón sí es preocupante, sobre todo cuando el niño miente desvergonzadamente en lo más evidente.
Pero debemos tener claro que para que un niño o nina mienta tiene que tener una intención:


Fantasear: Los niños pequeños suelen confundir la realidad con la fantasía, en el sueño o en el juego les gusta inventar historias para divertirse o satisfacer un deseo inalcanzable.
Llamar la atención: Casi todos los niños hacen "show" para exagerar sus logros.
Evitar un castigo: Si el pequeño rompe algo y dice que fue su hermanito, es una forma de salvarse de la situación. Defenderse de una realidad dolorosa: Ej. “mi papá me quiere y siempre está conmigo”

Qué hacer frente a la mentira?
  • Evitemos sermonear, sólo debemos explicarle que entendemos sus razones para evitar ser castigado, pero que para mantener la confianza de los demás, es imprescindible la honestidad.
  • Debemos explicarle los beneficios de la verdad, honradez y confianza.
  • Aclarémosle que todos nos equivocamos y que los errores pueden repararse si los afrontamos.
  • Atendamos lo que quiere decir con sus mentiras.
  • Fijarnos en las circunstancias en las que miente para comprender por qué lo hace:
    – ¿es para obtener algo de los adultos de su entorno?
    – ¿Es para eludir situaciones en las que teme ser castigado?
    – ¿Lo hace para dar una imagen de sí mismo ante sus amigos?
  • Explicarle que mientras diga la verdad no sufrirá ningún castigo. Sin embargo, si ya lo has castigado demasiado por decir mentiras o por no haber estado a la altura de tus expectativas, es muy difícil ganarte su confianza.
  • Felicitarlo cuando afronte y reconozca la verdad a pesar de saber que a sus padres no les va a gustar. Si lo reprendemos al haber dicho la verdad, no le estamos enseñando el beneficio de ser honrado.
  • No seguirle la corriente. Si miente de manera sistemática no debemos "ignorar" sus mentiras. Esto es un error con consecuencias muy negativas. Siempre es mejor confrontarlo.
  • Preguntarle por qué mintió y darle confianza para que explique sus razones. Hay que enseñarle que es más valioso decir la verdad que evitar el castigo.
  • No reaccionar con explosiones exageradas, regaños, castigos o amenazas, porque el niño será el primer sorprendido por la magnitud de sus mentiras, descubrirá que tienen un enorme poder y las dirá de nuevo.
  • No empezar a jugar a los detectives creando situaciones para coger al niño in fraganti. La humillación y la vergüenza no evitan que el niño mienta; al contrario, lo llevarán a intentar mentir mejor, lo que creará más distancia entre vosotros.
  • Si las mentiras aparecen asociadas a un hecho traumático, consultar a un especialista, porque puede ser un síntoma de depresión.
  • Cuando notemos que miente para aprovecharse de los demás o para hacer daño a sus compañeros, es posible que sea un problema que debe ser tratado por un especialista.
Debemos EDUCAR EN LA HONESTIDAD lo que supone expresarse con sencillez, claridad y veracidad y es importante transmitir este valor desde que son pequeños. Los niños deben aprender a decir siempre la verdad, con respeto y sin ofender a los demás.


Solo unos padres honestos pueden criar hijos honestos.Enseñemos con el ejemplo.

domingo, 12 de julio de 2009

La Naturaleza la Crianza Positiva

Una de las tareas más difíciles que puede existir en la vida es la de criar a los hijos e hijas, sobre todo en esta época que tenemos cada vez menos tiempo y grandes exigencias.

¿Qué es la crianza positiva?

La crianza positiva, es un estilo de educación que permite afianzar las relaciones entre padres/madres e hijos/as a través del compromiso entre ellos. Además, aumenta los logros académicos y las expectativas sobre el futuro, les inculca autoestima y confianza en sí mismos y reduce los problemas de conducta.

La crianza positiva apuesta por una educación sin violencia en donde las consecuencias cuando las normas se incumplen y la forma de relacionarse con los niños, niñas y adolescentes está soportada en el reconocimiento y el afecto.

Este tipo de crianza exige tener cuidado con lo que se dice y se hace para evitar dañar o lastimar a nuestros hijos e hijos a través de sus actos o comentarios. Es decir, no sólo es dedicarse a enseñar reglas y normas, sino también enseñar a ser observadores e inteligentes.

Nosotros como padres y madres debemos analizar el significado de cada palabra con precaución y hablar con nuestros/as hijos/as de la necesidad de ser precavidos. Piense ejemplos de cómo usar la precaución dentro y fuera del hogar. Señálele que no puede controlar a los demás pero sí puede controlar sus propias reacciones, es decir ser inteligente emocionalmente.

Los padres y madres que usan la crianza positiva constante les dan a sus hijos/as mensajes ME IMPORTAS, esto no es a nivel verbal, significa participar en la mayor cantidad de interacciones positivas con nuestros hijos.


La Naturaleza de la Crianza Positiva
  • Los padres y madres que usan una disciplina positiva respetan, acompañan y apoyan a sus hijos. Estos hijos se sienten con más libertad de compartir sus ideas y sentimientos, escoger opciones, y hacer preguntas. Hay muchas técnicas de disciplina positiva que los padres pueden considerar. Aquí les damos algunas sugerencias:
  • Ofrezca frases positivas: "Mira que bien estás cortando esas manzanas!"
    Haga preguntas: "¿Qué debemos de hacer después?"
  • Use apropiado lenguaje corporal: Mueva la cabeza, sonría, y mire directamente a los niños.
  • Baje su posición corporal: Agáchese, hínquese, o siéntese al nivel de los niños.
  • Reestructure el ambiente: Quite objetos que inviten a una mala conducta.
  • Dirija la conducta: "Aquí está una esponja para poder limpiar la mesa."
  • Distracción: Guillermo coloca su triciclo en un espacio no adecuado. "¿Puedes venir con tu triciclo conmigo por acá?."
  • Brinde opciones:"Debemos de recoger primero los bloques azules o los amarillos?"
  • Anime los intentos de los niños: Mientras sacude los muebles, Pedro mueve el plumero alrededor del cuarto. "Puedo ver que sacudiste el estante y las sillas. Se ven muy limpio."
  • Demuestre conducta deseable: Los padres se lavan las manos con jabón y agua antes de cada comida, tanto como se lo piden a los hijos que lo hagan.
  • Ignore malas conductas: Alejandra hace caras chistosas mientras come su cena. Mamá y Papá no responden.
  • Ponga límites específicos: David continúa aventando los carritos. Papá le dice a David que guarde los carritos.
  • Tome un descanso: Papá tiene a David en descanso por varios minutos en una área que está segura y aburrida. Después Papá dirige a David a recoger los carritos e ir a jugar con ellos en una área de juego.
  • Ser padres no es tarea fácil, sin embargo día a día vamos aprendiendo y el amor a nuestros hijos, sumando a buenos consejos guiará nuestro camino.